El Día Mundial del Niño Prematuro se celebra todos los años el 17 de noviembre para concienciar sobre los problemas que suponen los partos prematuros. Cada año, alrededor de 15 millones de bebés, unos 30 000 en España, nacen antes de que se hayan cumplido las 37 semanas de gestación.
El nacimiento prematuro es la principal causa de muerte en los recién nacidos y la segunda causa de muerte en el mundo en menores de cinco años, después de la neumonía.
El nacimiento de un niño muy prematuro supone un impacto emocional importante para su familia. Los padres no pueden irse a casa con el bebé y tienen que pasar mucho tiempo en el hospital para estar con él. Después, cuando se va a casa necesitan mucha ayuda para poder resolver dudas.
Los niños prematuros tienen mayor riesgo de tener problemas de salud que los que nacen a término. Los más frecuentes son los problemas respiratorios y visuales (retinopatía del prematuro y pérdida de visión), el retraso del crecimiento y desarrollo, y la discapacidad mental o física. Cada año, más de un millón de niños fallecen por este problema.
Es importante que la sociedad se conciencie del duro camino que tienen los padres de un niño que nace antes de tiempo y de la necesidad de apoyo y de una información adecuada para que puedan participar en las decisiones sobre su salud de una forma activa.
La prevención es la mejor medida para evitar los partos prematuros: tener buena salud antes de quedarse embarazada, acudir al médico en cuanto se sepa que se está embarazada y realizar todas las revisiones recomendadas es básico.
